La disparidad de precios en las comunidades es consecuencia entre otras cuestiones de la picaresca tan comúnmente encontrada en nuestra sociedad española.
En los últimos años el trabajo del administrador en una comunidad ha evolucionado de ser simplemente el tesorero o el contable a un gestor de recursos para la solución de los distintos problemas y necesidades de estos «entes» formados por tan extensa agrupación de propietarios.
Esto nos podría llevar a rehacer nuestra visión de negocio, actualizando nuestro modelo de negocio para conseguir modernizarlo mediante el uso de nuevas tecnologías y usando una nueva fidelización del cliente original e innovadora a través de la HONRADEZ, la ACCESIBILIDAD y la TRANSPARENCIA en la información contable y la gestión de las necesidades que día a día van surgiendo. Esto sería lo lógico, intentar aumentar el valor añadido de esos honorarios por los que en cada actuación luchamos con todas nuestras fuerzas.
La realidad es muy distinta, el precio desgraciadamente es lo que se ha revalorizado para aceptar los servicios de un administrador u otro, presupuesto por los futuros servicios prestados de administración que aún siendo más bajo tiene implícita esa picaresca a la que hacía referencia en estas primeras líneas de este artículo. El no nombrar el IVA de los honorarios en el presupuesto, el cobrar por el correo, las fotocopias, sellos, folios, sobres (dentro de poco cobrarán por los bolígrafos gastados) ..etc, incluso el cobrar por juntas extraordinarias lo cual me parece una de las mayores aberraciones de esta profesión ya que es un derecho y herramienta fundamental para gobernar adecuadamente una comunidad, ó el nuevo negocio de LOPD (Ley de Protección de Datos) de ciertas empresas junto a dichos administradores que engordan los gastos de dicho presupuesto y le beneficio de la administración, decir que cualquier persona en menos de diez minutos realiza el documento de seguridad necesario e inscribe el fichero en la web de la Agencia de Protección de Datos para una comunidad.
Como consecuencia de esos bajos precios es tener que atender a muchas más comunidades con lo cual ese precio barato se convierte en un mal servicio ó en algunas ocasiones una justificación patética e indigna para aceptar las tan famosas comisiones. En el mejor de los casos lo único en lo que se vería afectada su comunidad es en una indiferencia por parte de la administración para mejorar y estudiar los costes y la calidad de los servicios contratados por su propiedad común.
El futuro de la administración de fincas no está en las grandes franquicias, o los grandes despachos los cuales se delega en personal contratado los asuntos de su comunidad. La cercanía, la claridad, la continua formación y la innovación son las grandes metas que los administradores debemos de buscar y desde luego no confundamos estos valores con los colegios de administradores de fincas que son los primeros que intentan llevarse una COMISIÓN por «dejarte legalmente ejercer la profesión».
«No hay nada más caro en esta vida que pagar por un trabajo que luego no te realizan…» (Edmundo Moya González, ex-presidente de comunidad de propietarios y defensor de la copropiedad)
Jueves 27 de Mayo de 2010 a las 22:41 horas.